Cucharas de madera artesanales, ¿por qué no pasan de moda?
Nada como un mueble o un objeto hecho a mano para revalorizar cualquier rincón de las casas actuales. Por eso las cucharas de madera artesanales logran tener su sitio en las cocinas del siglo XXI. A nivel creativo, son muchos los amantes de la talla que sienten la tentación de hacerlas por la experiencia tan gratificante que supone. ¿Por qué tienen tanto encanto estos utensilios de siempre? Os damos algunas pistas, además de contaros cuáles son las herramientas y especies más idóneas, ¡por si os animáis! Por cierto, en Comercial Pazos podéis adquirirlas con todas las garantías.
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Es un material biodegradable y para toda la vida
Metal, resina, silicona… son algunos de los materiales con los que compiten las cucharas de madera artesanales pero a pesar de sus excelentes cualidades (muy higiénicos, resistentes, asequibles para el bolsillo, etc.) no han podido con ellas. La belleza innata de este noble material tal vez haya tenido que ver pero, ante todo, el hecho de que sea una materia prima natural y biodegradable, vital para cuidar de nuestros océanos y reducir el impacto medioambiental en el planeta.
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Curiosamente, estos utensilios ecológicos y sostenible llevan toda una vida con nosotros y ahora más que nunca las cocinas domésticas y el mundo de la hostelería y la restauración las reclaman porque las ventajas de ciertas maderas en el uso culinario son innegables. Cualidades que no siempre reúnen el resto de materiales que abundan en el mercado.
Para empezar, la madera posee una elevada resistencia al calor al ser un mal conductor del mismo y eso convierte a las cucharas de madera en unos utensilios aislantes, aptos para alimentos fríos y calientes, permanecen estables sin liberar sustancias nocivas. Al parecer estos utensilios también son buenos aislantes ante otras radiaciones y es una de las razones por las que son los favoritos para cocinar con inducción.
A ello hay que sumar su alta durabilidad, es difícil que se astillen o rompan, y una larga vida útil cuando el mantenimiento es el adecuado. Las cucharas de madera hechas a mano por ebanistas, artesanos incondicionales o locos de la talla permanecen inalterables al vinagre, al limón y en general a los ácidos más frecuentes que suelen deteriorar las superficies de estos objetos. Otra gran ventaja que simplifica aún más su mantenimiento a diario, ya de por sí bastante sencillo, solo con emplear agua, un detergente no agresivo y un paño húmedo. Y de vez en cuando, con una mezcla de agua, sal y limón para reforzar su higiene y evitar olores.
Muchas especies para elegir; desde el olivo al bambú
Cuando una cuchara de madera sale del taller de un artesano o de un fan de la talla la elección de la misma no ha sido aleatoria. Deben ser especies aptas para el uso alimentario y eso quiere decir que cumplen unos requisitos mínimos, la principal que no sean tóxicas para la salud porque contengan trazas peligrosas. La teca y el palo rosa presentan agentes tóxicos que pueden provocar reacciones alérgicas en ciertas personas.
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Además se valora muy especialmente que se trate de maderas duras, de grano fino o compacto y poco porosas porque así se vuelven más duraderas y resistentes al agua. Es fácil reconocer en ellas muchas de nuestras maderas favoritas: cerezo, fresno, abedul, aliso, haya, boj, nogal, sauce, arce, olivo…
Incluso el bambú puede convertirse en la materia prima elegida para empezar nuestra primera cuchara de madera handmade. Es una de las especies que poseen propiedades antibacterianas de una forma innata, inhibiendo por tanto la proliferación de microorganismos. Un consejo para los que empiezan con sus primeros tareas de tallado es elegir maderas cortadas, simplifican bastante el proceso de trabajo y los resultados finales son pronto, además de gastar menos en madera ¡Todo el mundo está deseando ver lo bonitas que han quedado!
La experiencia terapéutica de hacerlas con las manos
Las cucharas de madera artesanales conllevan un trabajo detrás en estrecho contacto con el material, un proceso creativo íntimo, sin prisas donde se despiertan muchas sensaciones: el aroma de la madera al ser cortada o serrada, su sonido, el roce con ella, la interacción con las herramientas específicas para tallado… Y, por último, la felicidad al contemplar estos utensilios cotidianos tan bonitos y sencillos, saber que han salido de nuestras manos. Menudo subidón.
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Gubias, cuchillos de talla, azuelas, herramientas de desbaste… Todas cumplen un papel esencial en el proceso creativo, un trabajo no demasiado complejo pero sí meticuloso que no se lleva bien con las prisas y que podemos ir complicando a medida que avanzamos en destreza y práctica. Las cucharas de madera artesanales no son difíciles, tal vez sean el principio de toda una vida descubriendo el arte del tallado, nuevas técnicas y nuevas habilidades a desarrollar. Al parecer, algunos de estos artistas se embarcan en ellas como un delicioso entrenamiento para perfeccionar la técnica del tallado… El puro placer de hacerlas y aprender sin más pretensiones parece ser otra razón de peso.
Además, las herramientas manuales para tallar no son las únicas aliadas. Ante la idea de realizar una cuchara tan especial como esta también existen herramientas eléctricas que agilizan y simplifican los trabajos, sobre todo cuando empiezan a ser más complejos. Y a la hora de decidir si alguna de todas ellas es realmente imprescindible para asegurarnos un acabado impecable, las gubias lo son. Permiten vaciar el interior de las pieza de madera eficazmente una vez dibujadas las siluetas de las cucharas; son muy prácticas para jugar con sus curvaturas y que sean más o menos ergonómicas cuando se usan. Otro capítulo decisivo es el acabado de estos utensilios, curar su madera impregnándola de aceites naturales primero y después aplicando ceras aptas para uso alimentario.
Proyectos en los que inspirarse
Hacer cucharas de madera artesanales es una afición que crea adicción. Lo dicen quienes lo practican así que nada que decir, salvo que son muchos los artistas consagrados a ellas. Maestros de la talla cuyos trabajos y diseños alcanzan dimensiones artísticas impensables en un primer momento para un instrumento de cocina como ellas. O bien negocios familiares como el de Sangiovanni Lorenzo: un negocio familiar asentado en Galicia que diseña y crea vajillas y utensilios de cocina para la alta cocina apostando por una artesanía diversificada con técnicas de siempre actualizadas. Con sus cucharas y platos de madera se han ganado el corazón de los mejores restauradores del mundo. Normal.
Imagen: San Giovanni Lorenzo