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Tips para tus primeros trabajos de carpintería

9 de Junio de 2022

Imagen: Pexels

Ir con pies de plomo cuando se está empezando en el apasionante mundo de la carpintería a nivel doméstico es totalmente normal. Nos falta esa experiencia tan valiosa que da el tiempo y un número considerable de trabajos practicados a nuestras espaldas. Por eso no viene nada mal descubrir algunos consejos de maestros consagrados en este oficio tan antiguo para adquirir mayor destreza al manejar las maderas y el resto de materiales precisos que es posible adquirir en negocios especializados como Comercial Pazos. ¡Os invitamos a verlos!

Evitar errores de principiante y sentir que cada día lo hacemos un poco mejor y de forma segura en tareas sencillas pero no por ello rigurosas. De esto se trata y estos consejos pueden ayudarnos a lograrlo:

1. Uniones impecables con tornillos a la vista

La tornillería para madera es todo un hallazgo para cualquier aficionado a la carpintería porque no resulta nada difícil de manejar y a cambio es posible conseguir uniones entre piezas que resisten bien el paso del tiempo. Y más aún: plantean la posibilidad de poder armar y desarmar muebles o construcciones en un momento dado de forma sencilla si queremos usarlos temporalmente.

Imagen: Pexels

Un método bastante frecuente en cualquier taller que merece la pena empezar a practicar cuanto antes. Por ejemplo, un proceso rápido y realmente fácil es unir listones de una madera blanda como el pino mediante tuercas de embutir para madera y tornillos. Solo es necesario perforar con un  taladro y una broca para madera en el extremo de una de las piezas para introducir la tuerca y repetir la operación en la otra pieza para alojar el tornillo (también en un extremo). Lo mejor es que el diámetro de los orificios sea algo mayor al grosor de la tuerca y del tornillo porque facilitará el enroscado.

Tanto la longitud como el grosor de los tornillos siempre deben ser elegidos en función del espesor de los tableros de madera, MDF o aglomerado que estemos manejando. Nada como poner ejemplos concretos: para tableros de 9 mm de grosor basta con emplear tornillos de 3 mm de diámetro, mientras que en tableros de 15 a 20 cm de espesor lo aconsejable es usarlos de 3,5 o 4 mm.

2. Atrévete con los tableros unidos por espigas

No siempre nos viene bien que los tornillos queden a la vista en un proyecto de carpintería, sobre todo si vamos buscando un acabado final de los tableros muy limpio. En realidad, que la tornillería se vea o no es más bien una cuestión de preferencias estéticas, no debe interferir en la calidad del trabajo final de carpintería. Cuando nos encontramos con este dilema la solución es muy sencilla; recurrir a otro tipo de ensambles que son más fáciles de ocultar, por ejemplo en la cara interior de los muebles.

Las uniones mediante espigas o tarugos (las hay de haya corrugada) son perfectas si entra en nuestras próximas tareas de carpintería construir un mueble pequeño o una pieza auxiliar para decorar la casa. Es un método muy habitual para ensamblar, fácil y los resultados son rápidos. Lo más aconsejable es empezar por trabajos poco complicados, como realizar uniones rectas. Ahora bien, con el tiempo, cuando ya hayamos cogido cierta destreza, también podremos utilizar esta opción para uniones en ángulos de 90 grados y por tanto avanzar en el nivel de dificultad de nuestra afición.

Otra de las ventajas de esté método de ensamblar es que requiere un equipo de bricolaje y herramientas básico que casi con toda certeza ya tendremos en el taller. Básicamente esta tarea se lleva a cabo con un taladro y broca adecuados, además de espigas de madera (también conocidas como tarugos o tubillones). Para asegurarnos un trabajo duradero y que la unión entre las piezas no se termine separando algunos expertos aconsejan reforzarla con un adhesivo especial o tornillería.

3. Cola blanca para madera: cómo usarla sin sorpresas

Es un clásico en el mundo de la carpintería y el bricolaje, de manera que nada de renunciar a ella en nuestros inicios en este hobby lleno de gratificantes momentos para desarrollar nuestra cara más artística. Otra alternativa sencilla y cómoda para unir tableros o piezas de madera entre sí que no implica un despliegue de materiales y equipo. En esencia, además de la madera propiamente dicha (siempre con las superficies bien lisas y limpias) y la dosis justa de cola para madera de alta calidad (si puede ser resistente al agua mucho mejor) lo único que se suele recomendar para conseguir un presionado correcto es contar con unas torniquetas o sargentos.

Ahora bien, aunque el método en sí no entraña complicación alguna, a la hora de pasar a la práctica y aplicar la cola sobre la madera puede surgir algún que otro contratiempo. El que más se suele dar entre los amantes de la carpintería y la ebanistería es que las piezas a unir se muevan cuando sea preciso presionarlas debido a la viscosidad de la cola. Corregir esa desviación no siempre es fácil o el resultado es totalmente satisfactorio. En cambio, un truco tan elemental como extender sal de cocina (la de grano medio funciona muy bien) encima de la cola aplicada a una de las piezas evitará este incómodo movimiento.

4. Agujeros derechos como velas

Otro de los retos a los que nos solemos enfrentar cuando somos unos amateurs en el mundo del bricolaje casero y la carpintería, es conseguir agujeros rectos al taladrar nuestros montajes mediante herramientas manuales. Parece algo obvio y sin embargo puede darnos más de un quebradero de cabeza si desconocemos qué aconsejan los maestros que llevan toda una vida practicando el oficio. La clave es guiar correctamente la broca, mantenerla perpendicular mientras estamos realizando el taladro y para conseguirlo es posible recurrir a métodos igual de eficaces que sencillos. Hemos elegido uno que llevan usando los maestros toda una vida: emplear un trozo pequeño de madera (a modo de guía) en el que previamente habremos hecho un corte en forma de L. Al colocar la broca apoyada en este corte resultará mucho más fácil hacer orificios a escuadra.

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Y como se trata de recopilar trucos valiosos que podemos poner en práctica en cualquier momento, aquí va otro de los que no se olvidan. ¿Quién no tiene en casa un CD probablemente fuera de servicio? Él puede ser de gran utilidad colocándolo sobre la pieza que necesitemos perforar, siempre con la cara de la etiqueta o publicidad hacia abajo. Solo hay que situar la broca justo en medio del orificio del disco compacto y colocar el taladro en posición perpendicular, cerciorándonos de que ésta queda en línea recta con su reflejo sobre el CD. ¡Haced la prueba!